Entre los meses de junio a septiembre de dos mil once estuve trabajando de
camarera en La Torre Casa de Té de Ana Volonté y Gustavo Ortega.
Había estado colaborando en diversas oportunidades antes y desde que inauguraron.
Fue una hermosa experiencia y difícil también. Algo relacionado con el arte y el contexto de producción,
de recepción y con las condiciones materiales de existencia, también con el deseo en suspenso de vivir en un entorno ambiental más saludable que el de Córdoba Capital. En el devenir vital las cosas se complicaron y decidí, priorizando mi salud, desistir con el proyecto de vivir en Cerro Azul, en consecuencia de continuar de camarera de la casa de té.
Sigo procrastinando. Doctorado en Artes 2004 - 2015...
Gracias a Ana y Gusti por el tiempo y el espacio compartidos, los momentos de trabajo creativo, alegre y entusiasta y también por las fotos.
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